Un cambio para un pacto de convivencia entre españoles. Íñigo Errejón

El 24 de mayo se celebran en España elecciones, pero estas son distintas. El despilfarro, la corrupción, la incompetencia y la avaricia de unos pocos nos han hecho llegar a una situación muy grave, definitiva. Los privilegiados han roto el pacto de convivencia y se han colocado por encima de la ley, las instituciones y la democracia. Han perdido nuestra confianza.

Hoy somos más pobres, más desiguales y más débiles como país. Se han convertido en un obstáculo para el progreso de nuestra sociedad. Quienes nos han traído hasta aquí no van a sacarnos. Es el momento del cambio, de recuperar primero nuestras comunidades autónomas y después nuestro país para su gente. Es el momento de la decencia y de la democracia.

El legado de la gente

Tenemos ante nosotros, como pueblo y como ciudadanía, una oportunidad histórica para defender lo mejor del legado de nuestros mayores y abrirle las puertas a las mejores capacidades y esperanzas de los que vienen después. Hay que cambiar de rumbo y terminar con el círculo vicioso de asfixia a las familias y de recortes. Debemos proteger nuestros servicios públicos y a sus trabajadores, y fortalecernos como país con un nuevo modelo productivo y una reforma fiscal que haga un reparto más justo de la contribución.

Es necesario apoyar a nuestras pequeñas y medianas empresas y al empleo con derechos que nos hace más competitivos como país. No esperemos más para abrir las puertas y ventanas de las instituciones y ponerlas al servicio de la gente, no al de las tramas mafiosas.

Esta oportunidad no la va a protagonizar ningún partido en particular, sino la gente.
Con la ilusión, la inteligencia y el compromiso de los grandes momentos.
Con la mano tendida para un nuevo acuerdo de país que crezca sin dejar a nadie atrás.

Para ganar el futuro. Es ahora.