Traicionar al traicionado

María Marín, portavoz y diputada de Podemos Región de Murcia

La historia de España está llena de páginas de las que sentirse orgullosa, pero también de algunas que aún nos avergüenzan. Sin duda, la mayor de estas últimas es la que se escribió entre 1975 y 1976 en el Sáhara Occidental. La antigua colonia española, convertida en la provincia número 53, fue ocupada ilegalmente por Marruecos. Nuestro ejército arrió la bandera y se marchó, dejando abandonada a la población, hasta ese momento considerada española a todos los efectos. Los acontecimientos históricos de aquellos días, con el dictador Francisco Franco muriéndose en la cama, causaron que se pasase de la injusticia de la colonización de un territorio a la humillación de una descolonización dejada a medias, sin cumplir los mandatos de la ONU que obligaban a España, como potencia administradora, a realizar un referéndum sobre el estatus de la excolonia.

Tras aquella traición sin precedentes en la que España abandonó a su suerte frente a un país extranjero a su propia población, la sociedad española, en plena transición a la democracia, mostró un apoyo unánime al pueblo saharaui. La inmensa mayoría de los partidos, en especial los que se autodefinían como “izquierda”, hicieron bandera de la causa del Sáhara Occidental. Mención especial merece Felipe González, quien como líder de la oposición llegó a participar en actos junto al Frente Polisario en los campamentos de refugiados y se comprometió a apoyar en su lucha a los saharauis “hasta la victoria final”. La victoria nunca llegó. Fue sustituida por el olvido desde el mismo momento en que González puso un pie en las escaleras de la Moncloa. Como en tantas otras cosas, el PSOE pasó del “de entrada, no” a la complacencia y seguidismo de las políticas expansionistas marroquíes.

Sin embargo, retóricamente el PSOE mantuvo el supuesto apoyo, aunque fuese tan solo nominal y nunca desde la acción de Gobierno, a los derechos del pueblo saharaui. Hasta hace una semana. La publicación de la carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI supone una nueva traición. El pueblo saharaui lleva más de 40 años viviendo en campamentos de refugiados, luchando por volver a su tierra, ocupada por una dictadura autocrática.

¿No contrasta el abandono al pueblo saharaui, en un momento en el que todos los medios ponen el foco en la guerra de Ucrania? ¿Cómo se explica que se envíen 500 millones de euros en armas a Ucrania, que no sabemos dónde acabarán y, mientras tanto, se venda el Sáhara Occidental a Marruecos a cambio de nadie sabe qué intereses? ¿No merece el pueblo saharaui, un pueblo hermano y de cuya situación somos responsables, la misma solidaridad, compromiso y apoyo? De nuevo, igual que en 1976, España ha traicionado al Sáhara. Y de también de nuevo, debe ser el pueblo español quien ponga las cosas en su sitio y diga alto y claro a Pedro Sánchez que no va a permitir traicionar al traicionado.

 

Artículo de María Marín publicado en el diario La Verdad de Murcia el 24 de marzo de 2022.