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RESIDENCIAS: VERDAD, JUSTICIA, REPARACIÓN Y CAMBIO DE MODELO

María Marín

María Marín, portavoz de Podemos en la Asamblea Regional y Secretaria de Feminismos.

El pasado 10 de noviembre, Podemos solicitó en la Asamblea Regional la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de las residencias de mayores durante los últimos meses. Fue rechazada con los votos de PP, Ciudadanos y Vox. Mucha bandera a media asta y lazo negro, pero el mejor tributo a los más de 150 fallecidos en nuestras residencias no es otro que la verdad, la justicia y la reparación. Y se lo están negando.

Ante la lluvia de críticas, el PP registró tres días después una moción para crear un Comité Técnico, que dejaba fuera a los grupos de la oposición, pero al menos prometía escuchar a los familiares y a los trabajadores. La cosa dio para un titular de prensa y para mostrar que hacían algo, pero llegó López Miras y mandó parar. El día 18 de noviembre, volví a preguntarle por esta cuestión en la sesión de control y me dijo que “para investigar ya estaban los tribunales”. Sin sonrojarse.

¿A qué se dedica entonces la Asamblea Regional? A investigar la llegada de pateras y sus efectos sanitarios. Para eso sí que han corrido, a pesar de que no hay constancia de ningún contagio entre inmigrantes y residentes. Las decenas de fallecidos en nuestras residencias no merecen esa atención. Quieren quitar el foco de las residencias y ponerlo lo más lejos posible, en las costas de Argelia.

Mucho se ha hablado de la necesidad de un cambio de modelo en las residencias, pero hasta ahora no se ha dado ni un solo paso. Estos días hemos escuchado testimonios desgarradores de sanitarios, testigos del abandono de nuestros mayores en algunos centros. Sin embargo, no se ha revisado ningún concierto. Al contrario, el Gobierno regional ha regado a los centros con 4 millones de euros, premio a la cuestionable gestión de un sector que en 2018 ingresó 4.500 millones de euros.

No basta con un compromiso vacío para incrementar la inspección en los centros, una propuesta tan genérica que el PP no ha tenido ningún problema en comprarle al PSOE. Lo que debemos exigir es que se revisen los conciertos y autorizaciones a las residencias privadas que este virus ha retratado, destapando carencias que vienen de largo.

Más aún, urge revisar el modelo mismo de conciertos. En la Región de Murcia tres de cada cuatro residencias son concertadas, la tasa más alta de España junto a Madrid, la comunidad con más fallecidos. Mientras las residencias sigan viéndose como un lucrativo negocio y no como servicio público esencial, estaremos muy lejos de solucionar el problema real. Nuestros mayores merecen un trato digno. Las trabajadoras del sector merecen más estabilidad y salarios justos. No hay reactivación posible sin un cambio de modelo, también en nuestras residencias.

 

*Artículo publicado originalmente en el diario La Verdad el jueves 10 de diciembre de 2020.