16 Sep 2020 María Marín: “VOX impide condenar los ataques fascistas a la sede de Podemos porque es precisamente su retórica la que azuza a los violentos”
Podemos ha presentado una declaración institucional de condena a estos hechos, que no ha podido prosperar por el “miserable silencio cómplice” de la ultraderecha de VOX
????♀️¿Por qué VOX no quiere condenar este ataque neonazi a nuestra sede de Cartagena?
???? Su silencio les hace cómplices. Son lo que son ¡Qué vergüenza!
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— Podemos Región de Murcia (@podemosmurcia) September 16, 2020
La portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, presentó el pasado lunes a la Junta de Portavoces una propuesta de declaración institucional contra los ataques que la sede morada de Cartagena ha sufrido durante los últimos meses. En el último de estos ataques, que tuvo lugar hace apenas dos semanas, los violentos de ultraderecha llegaron a dejar pegatinas en las que realizaban amenazas de bomba, con la indistinguible firma “14:88”, con la que los neonazis hacen referencia al saludo “Heil Hitler”.
Pese a que en un primer momento la declaración contó con el visto bueno de todos los portavoces, finalmente el grupo Vox retiró su apoyo a ésta, haciendo que no pudiese prosperar ya que el acuerdo debe ser unánime en Junta de Portavoces para poder pasar a su votación. La portavoz de Podemos ha lamentado el “miserable silencio cómplice” de este partido, y ha mostrado su indignación ante lo que considera “ponerse al lado de los violentos y al margen de las más elementales normas democráticas”.
Marín ha considerado que a VOX le cuesta condenar estos hechos porque “es precisamente su retórica la que azuza a los violentos”. La portavoz de Podemos ha asegurado que “la estrategia es derrocar al gobierno legítimo de España”, para lo que no dudan en “guardar un silencio cómplice ante los ataques violentos a sus rivales electorales”. La diputada ha insistido en que “una fuerza no democrática no puede ser la que marque el ritmo y sea el socio preferente del Gobierno Regional”, por lo que ha exigido que “deje de darse la consideración de fuerza legítima a aquellos que no condenan amenazas de bomba, que ven normal que nuestras sedes tengan que sufrir noches de cristales rotos y que, si pudieran, ilegalizarían a todo el que piense diferente a ellos».