// LA MINISTRA DE LOS TRABAJADORES Y LA NORMALIDAD QUE VIENE //

Yolanda Díaz se lo recordaba a Teodoro García hace unas semanas en el Congreso. Teodoro hablaba de seis millones de parados y la ministra le contestaba que esos datos eran los del gobierno del PP en la anterior crisis, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y el desempleo alcanzó un récord en nuestro país en 2013.

No sucedió de un día para otro. Desde 2008 España fue sumando cada trimestre cientos de miles de nuevos parados. Cinco años en caída libre, en los que millones de familias lo perdieron todo. Hasta su casa. Los gobiernos de Zapatero y Rajoy no hicieron nada por parar esta masacre. Solo rescataron a los bancos.

Estos días son muchas las personas que me paran y me cuentan historias muy distintas a las de aquella crisis: el trabajador al que echaron a la calle en 2009 con un ERE, ahora vuelve a trabajar después de unos meses en ERTE. La familia que perdió su casa y sus ahorros por no poder pagar la hipoteca, ahora se pone al día con los pagos, con la seguridad de la suspensión de los desahucios. Muchos parados de larga duración han empezado a cobrar el Ingreso Mínimo Vital.

Los que vivimos aquella crisis y estamos viviendo ésta, hemos visto dos maneras de gestionar totalmente distintas. La gente trabajadora cayó al vacío en 2008. Hoy tienen una red de protección, que ha amortiguado lo peor de la pandemia. Y eso es mérito del vicepresidente más cabezón de la historia y de la ministra Yolanda Díaz.

Desde Bruselas nos dicen que el año que viene la tasa de paro volverá al 14,4%, similar a la que teníamos en 2019, antes de que comenzara esta pesadilla. Pero no podemos conformarnos. Sabemos que el ala más social-liberal del gobierno utilizará estos datos para intentar que no se derogue la reforma laboral. Pero si rascamos un poco, esas cifras siguen escondiendo muchos dramas: una tasa de paro juvenil que casi triplica la media europea, millones de trabajadores pobres que tienen que recurrir a las colas del hambre cada vez que la economía estornuda, una brecha salarial que debe avergonzarnos, la explotación laboral que castiga especialmente a los trabajadores de la agroindustria, la situación de los interinos, los falsos autónomos y la uberización de la economía…

El trabajo de Yolanda Díaz ha sido fundamental para salvar millones de empresas y puestos de trabajo en esta crisis. Pero nuestro mercado de trabajo tiene muchos más retos por delante y tenemos que seguir apoyando a la ministra de los trabajadores para que siga haciendo prodigios. La vuelta a la normalidad no puede ser volver a unos niveles de precariedad que son un verdadero escándalo. Por eso la contrarreforma laboral del PP estará derogada antes de final de año.

Artículo publicado en el diario La Verdad.