Compañeros socialistas, abrir la puerta.

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Javier Sánchez Serna, candidato de Unidxs Podemos por la Región de Murcia. Murcia 26 de mayo, 2016.

En su magistral película «El ángel exterminador», Luis Buñuel nos cuenta la historia de un grupo de burgueses invitados a un banquete. A lo largo de la velada los sirvientes y los cocineros comienzan a sentirse mal y escapan de la mansión. Los invitados, sin embargo, no son capaces de salir de allí, aunque aparentemente no haya nada que les retenga. A medida que pasan las horas la comida empieza a escasear, la basura se acumula y algunos invitados enferman. A partir de este momento, las convenciones sociales saltan por los aires y todos comienzan a comportarse como fieras salvajes. Al final se dan cuenta de que para salir de la mansión, sólo tenían que hacer una cosa: abrir la puerta.

Después de 4 meses de encierro parlamentario nuestro país se encamina a nuevas elecciones generales y, esta vez, será la ciudadanía quien tenga que desempatar. Hasta ahora, no ha sido posible. El PSOE de Pedro Sánchez no pudo escapar del banquete naranja y explorar un Gobierno progresista con Podemos, Izquierda Unida y Compromís.

El programa del PSOE, en efecto, quedó irreconocible tras el acuerdo con C’s: desapareció la derogación de la reforma laboral, la subida del SMI bajó del 5% al 1% (algo que los socialistas habían calificado en campaña de “rácano” y “miserable” y que representaba, de facto, una reducción encubierta de los salarios), desapareció la reforma del artículo 135 de la Constitución por la que Sánchez tanto había pedido disculpas, así como el compromiso con los permisos de paternidad/maternidad iguales e intransferibles.

“No hay números para un gobierno progresista”, vociferaban los convidados socialistas al banquete naranja. Sin embargo, ese bloque de cambio votaba, semana tras semana, la Ley 25 de Rescate Ciudadano o la paralización de la LOMCE, dejando solos a PP y C’s. Puede parecer extraño pero, en esta breve legislatura, el PSOE ha votado más proposiciones con Podemos que con su socio C’s (19 veces frente a 15). De hecho, ha votado más veces con ERC que con los de Rivera (17 frente a 15).

Entonces, ¿por qué no escaparon de un pacto que nos abocaba al fracaso? ¿Qué misteriosa fuerza les retenía? Puede que las presiones de sectores económicos muy poderosos. Quizá, los vetos que el Comité Federal impuso a Pedro Sánchez. En ningún caso, la consulta catalana, como le he escuchado afirmar a María González (PSRM). Tanto ella como yo, sabemos que este tema nunca se trató en las mesas de negociación y no fue obstáculo para el acuerdo con Podemos. Lo hablado, ciertamente, fue que nuestras secciones catalanas, En Comú Podem y PSC, llegarían a una posición conjunta, siendo la propuesta de consulta del PSC del año 2012 un buen punto de partida.

Hace unas semanas el portavoz del PSOE en las cortes valencianas, Manuel Mata, hacía una reflexión muy sensata. Decía: “en mi casa, algunos de mis hijos y mis nietos votan a Podemos» y se preguntaba “¿cómo es posible que nos entendamos con Ciudadanos y no con nuestros hijos y nuestros nietos?«. Esperamos que, a partir del 27-J, los socialistas miren más a Valencia que a Sevilla y, definitivamente, abran las puertas para un Gobierno plural y de progreso.

Artículo publicado originalmente en La Verdad el 26/05/2016.