Apuesta por la integración del SMS en Sanidad

El diputado regional, Antonio Urbina, ha señalado que el Servicio Murciano de Salud adolece de “importantes carencias y debilidades contables”, algo que también indica la propia Intervención General. Para Podemos, el SMS es el “gran generador” de los problemas financieros de cara al déficit regional y por tanto debe ser gestionado por la consejería para avanzar hacia una gestión “transparente y con evaluación de los servicios prestados”.

Urbina ha apuntado a que la mitad del presupuesto regional se lo lleva el SMS y, por tanto, debe estar gestionado “dentro de la consejería, porque hasta ahora lo que hemos visto es que su contabilidad ha permitido esconder ya no sólo su déficit, sino el de otras consejerías de la CARM mediante la infrafinanciación consciente del servicio sanitario y el abuso de las derivaciones a centros privados”.

El diputado de Podemos ha recordado que según el Consejo Económico y Social de la Región “nuestra infrafinanciación autonómica total se sitúa en 150 millones anuales y el SMS por sí solo genera un déficit anual de entre 350 a 500 millones anuales desde hace casi una década. Es necesario abordar ya este problema, empezando por devolver a la Consejería de Sanidad la gestión del SMS”.

Por otro lado, Antonio Urbina ha asegurado que hay “deficiencias importantes” en la gestión contable de la CARM, “irregularidades y deficiencias que la Intervención pidió cambiar pero que siguen aún enquistadas en nuestras cuentas públicas”.

Es el caso de ‘Desaladora de Escombreras’, que como ha explicado Urbina “no entregó bien las cuentas y sigue sin hacerlo. Se recomendaba ya su liquidación en 2013, si bien ahí la tenemos, año tras año comiéndose 16 millones de euros anuales del presupuesto regional y así hasta llegar a los 600 millones si no le ponemos remedio antes”.

Por último, el parlamentario regional de Podemos ha lamentado que no haya memoria justificativa del coste de rendimiento de los servicios públicos para poder calcular el coste real de la prestación de servicios como educación y sanidad. Esto, ha concluido Urbina, nos ayudaría a “tener una contabilidad analítica que nos de fuerza para evaluar costes y ser más fuertes en la negociación sobre financiación con el gobierno estatal y garantizar la prestación de los servicios públicos, especialmente sanidad y educación”.